La recuperación de una especie extinguida ha dejado de ser una fantasía. Se ha dado un caso de devolver la vida a un animal ya extinguido, el bucardo, al que tres años después de su extinción, consiguieron clonar a la última hembra de la especie.
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Bucardo |
El bucardo era una especie de cabra montesa que habitaba en la cordillera de los Pirineos, pero cuando llegaron las armas de fuego, los cazadores diezmaron su población. En 1989 se reveló que solo quedaban una docena de ejemplares. Diez años después solo quedaba una hembra, Celia, que tras su muerte en el año 2000, se extinguió por completo su especie, pero aun con todo, algunas de sus células sobrevivieron. Durante los años siguientes, un grupo de investigadores dirigido por José Folch clonó esas células. Inyectó núcleos de estas en óvulos de cabra doméstica a las que había extraído el ADN original y luego implantó esos embriones en animales capaces de gestarlos. De 57 implantaciones, solo una madre lo consiguió. Desgraciadamente a los pocos minutos de nacer murió ahogado debido a ciertas complicaciones causadas por la clonación.
El concepto de “desextincion” llevaba dos décadas más en el mundo de la fantasía que en el de la ciencia. El clon de Celia es, por ahora, lo más cerca que se ha estado de este extravagante concepto.
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Proceso de clonación de Celia |
En el otoño de 2013 se realizó un encuentro científico, al que acudieron expertos de las distintas ramas de la biología de todo el mundo para debatir sobre este tema, pero surgieron dos preguntas muy importantes: ¿Se podía hacer? y ¿Se debería hacer? Fielmente afirmaron que a desextincion está, por fin, a nuestro alcance.
Aunque creamos que podemos resucitar a animales extinguidos como los dinosaurios, estamos equivocados, solo podemos intentar revivir a los que desaparecieron en las últimas decenas de miles de años, y cuyos restos conservan células intactas o suficiente ADN para reconstruir su genoma.
A lo largo de la última década se ha aumentado la probabilidad del éxito en la clonación de animales. Se han desarrollado procedimientos para que las células adultas de los animales regresen a su estado de células embrionarias para formar óvulos fácilmente manipulables y producir embriones. Estos procesos tecnológicos facilitan esta complicada tarea.
Pero no solo se ha intentado desextinguir al bucardo, también se ha intentado hacer lo mismo con el tigre de Tasmania y dos especies de ranas australianas: la rana incubadora gástrica australiana septentrional y meridional, llamadas así por su característico proceso de reproducción.
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Tigre de Tasmania |
En el debate ético de la resurrección de animales extinguidos se cuestionan algunas preguntas:
¿Si producimos un animal extinguido a partir de otro existente, sería en realidad el mismo animal? ¿Se deberían soltar a la naturaleza o se volverían a extinguir en poco tiempo? ¿Sería suficiente con mantener a esa población en un laboratorio o tal vez en un zoo donde la gente pueda verla?
Los defensores de la desextincion tienen en cuenta estas cuestiones y se creen que es necesario resolverlas antes de continuar con cualquier proyecto.
Nuestra opinión es que este artículo nos demuestra que la ciencia avanza a pasos agigantados y que es posible desextinguir animales que se creía que nunca más se iban a ver, pero no por eso debemos dejar de protegerlos, lo que tenemos que hacer es dejar de diezmar sus poblaciones y permitirles vivir muchos años. Debemos dejar de contaminar sus hábitats o modificarlos.
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Buena noticia, con información muy contrastada :)
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